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2022-02-20

Vitacura lanza plan hídrico que incluye reducir dos hectáreas de pasto en Parque Bicentenario

Expertos llaman a ‘repensar’ las áreas verdes de la zona central y aprovechar las bondades de las especies nativas, que pueden reemplazar tanto al pasto como a otras especies de alto consumo de agua.

Al administrar una comuna que se abastece en gran medida del río Mapocho, que hoy tiene su caudal en niveles mínimos, la Municipalidad de Vitacura ha puesto en marcha un plan para enfrentar la escasez hídrica.

En la zona, un 10% del consumo de agua es municipal, para el riego de plazas y parques; el comercio utiliza otro 18%, mientras que el domiciliario asciende a 72%.

‘Tenemos un riesgo real de racionamiento (de agua) en el corto plazo’, asegura la alcaldesa Camila Merino, quien invita a los vecinos a reemplazar el pasto de sus jardines por especies de bajo consumo hídrico.

Además, la municipalidad estableció una normativa que permite regar entre 20:00 y 06:00 horas, y si no se cumple, la situación se denuncia ante el Juzgado de Policía Local, donde se arriesgan multas de entre una y cuatro UTM (desde los $54 mil), y si se es reincidente, se sube a 5 UTM. No obstante, el municipio trabaja en una nueva propuesta de ordenanza, que debe ser discutida en el Concejo Municipal, que amplía el horario de riego hasta las 9 de la mañana.

Además, como parte de su plan hídrico, la comuna reemplazará el pasto de avenida Manquehue, entre Kennedy y la rotonda Irene Frei (cerca de 850 metros cuadrados de superficie) ‘por especies de bajo requerimiento hídrico y alto valor ecosistémico, diversidad de colores, formas y follajes’, según se lee en el documento estratégico. Y siguiendo el camino de otros municipios, como Providencia y Las Condes, se incluirían especies nativas de la zona central.

Repensar diseño
Otro foco del plan es el Parque Bicentenario. La primera etapa de este recinto fue inaugurada en 2007, con casi nueve hectáreas de pasto (un tercio de las 24 que tiene el recinto) y varias especies arbustivas.

Quince años después, en el contexto del ‘plan hídrico’, el municipio y el creador del parque, el arquitecto y premio nacional Teodoro Fernández, trabajan en ‘repensar’ el actual diseño. Entre las acciones, se está dejando secar el pasto del talud (en la foto), que se cambiará por especies chilenas de bajo consumo. En rigor, las nueve hectáreas de pasto quedarán en siete.

Las especies arbustivas de mayor consumo hídrico también serán reemplazadas por otras de menor consumo.

Además, se incorporarán nuevas especies para aportar más sombra y bajar la temperatura.

Julio Nazar, urbanista y docente de la Escuela de Arquitectura de la U. del Desarrollo, afirma que ‘es necesario repensar la manera en que diseñamos los parques en toda la zona central’.

Propone, ‘por un lado, especies arbustivas y arbóreas que tengan bajo consumo hídrico, pero que no necesariamente sean grandes generadoras de sombra’. Y añade que para reemplazar el pasto, ‘tenemos muchas alternativas para tener un diseño del espacio público que siga siendo atractivo, como arcilla molida, corteza de árboles, e incluso cáscara de nueces’.

‘Minimizar el pasto del paisajismo va a ser indispensable. En el espacio público, el pasto es un atributo paisajístico aspirable solo en clima lluviosos. Santiago no tuvo, no tiene ni menos tendrá clima lluvioso’, afirma.

Pablo Soriano, académico de Arquitectura del Paisaje en la U. Central, coincide en que ‘es muy importante repensar todos los parques a esa escala’.

‘Puede haber zonas en que se utilice mucho el pasto y sea necesario conservarlo, porque es una necesidad. Pero hay otras zonas en que no se amortiza socialmente ese costo ambiental, como es el caso de bandejones centrales, veredas y otras zonas que se usan solo para mirarlo’, agrega.

También recalca la relevancia de aprovechar las especies nativas. ‘Tiene ventajas por donde se le vea, porque van a requerir menos consumo hídrico, van a atraer a más fauna local. Los no nativos son más susceptibles a plagas y enfermedades’, asegura.